Desnudandoel corazón
Shakti
31/12/2023
Este año aprendí, después de muchos vuelos y mochilas empacadas con el pasaporte en mano buscando mi lugar, que éste era tan solo el resultado de un sin fin de apuestas. Apuestas movidas por el Shakti. Éste es el nombre hindú que le dan a la fuerza y energía vital que nos mueve a cada uno de nosotros en forma de intuición y creación. Las apuestas guiadas por Shakti me han llevado a escribir este texto en uno de los parques más bonitos que he visto en mi vida, en la última ciudad en la que hubiese imaginado terminar hace 5 años cuando empezó todo. Y mientras observo mi nueva ciudad camuflada tras los árboles secados por el paso del otoño, el aire fresco con olor a bosque mojado entrando por mis fosas nasales, los rayos del sol calentando mis mejillas y el sonido de los pájaros envolviéndome en una banda sonora, solo me nace sonreír y pensar "Todo mereció la pena".
La realidad es que vivo en un eterno agradecimiento a mí misma por ser lo suficientemente cabezota como para parar el ruido a mi alrededor y su evasión y abrazar el miedo a la soledad de viajar hacia adentro. Porque gracias a ello he descubierto que el miedo es simplemente valentía haciéndose ver y las lágrimas son tan solo felicidad por al fin volver a casa.
Para ser libre, primero hay que ser valiente.
14/05/2023
Llevo días queriendo escribirme. Sí, a mí misma. Mucha gente ve una estupidez escribirse cosas a una misma. Como si no hiciera falta. Como si no estuviésemos expuestas al precipicio de la autoestima diariamente entre redes sociales, televisión, competitividad y un entorno muerto en vida. Como si no olvidáramos en un soplo de tiempo todo lo bueno que hicimos y hacemos por una misma.
Y así estaba yo el otro día sentada en un mirador de mi nueva ciudad. Echando la vista atrás y haciendo un trabajo muy grande de permitirme recibir. Pensaba en voz alta "¿Cómo es posible ser tan afortunada?". Allá donde voy solo me encuentro con coincidencias inexplicables. Tanto por su belleza como por su fusión instantánea a mi ser como si de toda la vida se tratara. Realmente, hace tiempo que mi raciocinio dejó de recibir explicaciones. Simplemente, porque no las hay. Y es que cuando entras en el camino de confiar NADA tiene sentido. Cuando metes primera y arrancas como bala, a pesar de llevar a todos tus miedos de pasajeros tratando de frenarte y no lo haces, todo pierde sentido.
Y te preguntarás ¿Y qué tiene de bonito vivir sin sentido? La respuesta es muy simple: Porque la sensación de control y de sentido son una ilusión provocada por el susurro del miedo. Pero cuando decides coger el volante y no dejar que el miedo siga conduciendo es cuando comienzas a vivir sin preocuparte lo más mínimo del sentido que tenga la carretera que emprendes o de si te tocará dar marcha atrás y volver al principio de nuevo. Solo cuando eres tú la que conduce con la música a tope, en topless y el brazo asomando por fuera de la ventanilla, es cuando no solo entiendes, sino que vives por primera vez en tus propias carnes la verdadera sensación de libertad.
Por eso, el otro día, cada noche, hoy y siempre me doy las gracias por ser valiente. Mejor dicho, por hacer las cosas aun con miedo. Porque desde entonces, las cosas no tienen un sentido lógico que me de la sensación de control. Tampoco persigo uno, sino que lo encuentro allá donde vaya en todo y entre todos. Allá donde me encuentre conmigo misma y mis ganas de seguir descubriendo(me).
Desnudando la esencia
17/04/2023
A veces todo parece un sueño. Casi 5 años muy lejos de todo lo que llamo mis raíces y tan cerca de todo lo que tuve tanto miedo a descubrir: Yo misma.
Es imposible describir lo que una vive viajando por un largo tiempo. Es todo un apocalipsis para tu raciocinio cuando éste descubre la magia de conectar instantáneamente con tantísimas personas de culturas completamente diferentes sin ni siquiera construir una intimidad o si quiera un diálogo anteriormente. Es todo un empoderamiento darte cuenta de todo lo que eres capaz de afrontar y crear tú sola sin el apoyo o impulso de nadie. Es toda una libertad sentir la vida fluyendo de la mano del viento a tal punto que el tiempo deja de importar.
Viajar hasta dejar de sentir tus raíces bajo tus pies y así poder fusionarte con el planeta entero es la mayor sanación de la historia. Una constante creación de comunidades en el aquí y ahora, donde el pasado y el futuro sí se sienten como lo que realmente son: inexistentes. Un proceso de desnudez de creencias, influencias y cadenas que dan una mayor claridad de una misma. No por ver el atardecer en un lugar nuevo o en una de las 7 maravillas del mundo; tampoco por probar nuevas comidas o conocer nuevas culturas.
Todo eso quizá estimula los sentidos, expandiéndolos y con ellos la mente. Pero lo que hace que una realmente se conozca mejor, se vea con una mayor claridad a sí misma y a su entorno e incluso mire a los ojos a la verdad de su destino, es la cantidad de espejos con los que se encuentra por el camino. Porque, efectivamente, cada uno de nosotros seres humanos e incluso animales y plantas somos un espejo del otro. En todos existe todo y todos existimos en todo.
Me faltan vidas para recomendar suficientemente a cada ser humano de este planeta que se embarque en un viaje largo sin billete de vuelta. Tan solo con una mochila y su mejor aliado: él mismo. Entonces y solo entonces, podrán descubrir realmente lo que guardan en aquel epicentro tan protegido por el ego.
Solo entonces podrán verse por primera vez desnudos en su esencia, sin todas esas capas que realmente nunca eligieron conscientemente llevar encima.
Gracias y adiós
27/08/2022
El adiós es algo que me sigue pillando muy por sorpresa. Incluso tras tantos años que llevo aceptando las despedidas como parte del camino. Incluso aprendiendo a amarla y desearlas incluso. A pesar de estar tan sumamente familiarizada con él y entender que viene de la mano de un nuevo "hola", me sigue atravesando como una bala de acero. Me sigue provocando que me muerda el labio inferior como tratando de mantener quietas las lágrimas que invaden mis pupilas mientras sujeto mi corazón en un puño. Como si olvidara de repente al escucharlo que todo siempre sale bien con el tiempo.
Él es el único que consigue pelear con mi raciocinio tan cabezota. Aquel que cree saber y entender todo. Aquel que trata siempre de tener buena memoria para que las cosas no me vuelvan a pillar desprevenida. Pero todo eso no funciona cuando el adiós sale de mis labios. Y menos aún cuando se introduce en mi mente a compartir espacio con todo ese raciocinio. Todo lo que he conseguido construir con la paciencia de una hormiga se va a la mierda cuando el adiós decide contar todo lo que lleva guardando en secreto todo este tiempo. Y cuando él habla, el resto calla. Porque sí, porque tiene razón. Que quizá toda la magia de aquello que despides no se volverá a cruzar en tu camino. Porque es de las pocas cosas en esta vida que te hacen sentir agradecida y afortunada sin esfuerzo ni conciencia plena.
?Sabes por qué las personas que se encuentran viajando, en constante cambio, movimiento o evolución se ven siempre tan frescas, vivas y sonrientes? Porque detrás de cada adiós que pronuncian son capaces de ver y abrazar todas las cosas que han de soltar pero desearían no hacerlo jamás. Y por mucho que esto que te cuento suene macabro e ilógico, es exactamente lo que cultiva toda esperanza, fe y agradecimiento que necesita una persona para pegarle el polvazo a la vida que merece. Sabiendo que en cada nuevo lugar que se empiece de cero habrán miles de personas, atardeceres, lugares, abrazos, besos, risas, conexiones, brindis y lecciones por las que estar agradecida.
El verdadero viaje
21/07/2022
Viaja lejos de todo, pero cerca de ti.
Escucha, siente y observa todo lo que el lugar donde existes tiene para enseñarte. Abraza tu curiosidad y deja ir todos los malditos prejuicios que te inyectaron a traición. Deja de recordar, de aferrarte. Para así poder desaprender todo aquello que no sabes cómo utilizar. Todo aquello que no te lleva a ninguna parte. A cambio, aprende aquello que te haga sentir tus pálpitos bien fuerte. Aquello que te haga sentir un ser humano extremadamente vivo, útil y poderoso. Pero no ese poder venenoso que solo busca alimentar el ego. Sino el poder de acariciar corazones y regar mentes.
Desubícate. Tanto que te entre el miedo. Así el podrá enseñarte tus habilidades para reubicarte sin ayuda y, mejor aún, sin que nadie te diga cómo hacerlo. Cambia la cámara interna del móvil por la trasera. Busca un detalle, de esos que al postureo le pasan desapercibidos. Captúralo. Y enséñalo al mundo para despertar la curiosidad de otros. Para transmitir cultura, retroalimentar sabiduría y reflejar que, por muy distinto que vivamos unos de otros, todos y todas somos exactamente lo mismo: ESENCIA.
Reflexiones tras visitar una exposición de arte
17/11/2021
"El deseo de definirse a uno mismo en relación a otros"
Esta exposición la percibí con la intención de reflejar cómo los seres humanos hemos perdido toda conexión con nuestra propia identidad por tratar de ser lo que otros son y cómo esta obsesión nos lleva a perder la noción e importancia del tiempo. Incrementando así nuestro miedo a que la muerte llegue antes que la paz de saber que fuimos lo que quisimos ser.
No hablamos solo de la identidad personal < ¿Quién soy realmente? ¿Qué quiero hacer de mi paso por la vida? ¿Cuáles son mis valores a partir de los que quiero basar mis acciones? > sino también de nuestra identidad en el planeta y nuestro papel y lugar en él. Estamos tan obcecados por ser copias los unos de los otros que aquel que no se somete a este movimiento de imitación y anulación de la profunda búsqueda individual y de la existencia como ser vivo y no como parte de una sociedad capitalista, no es merecedor de igualdad.
Lo peor de esta corriente en la que ha entrado nuestra especie es que si no vemos la igualdad de existir y ser respetado como ser humano fuera de religiones, idiomas, estatus, intereses, mmodas o posesiones es imposible que reconozcamos la igualdad con otros seres vivos y su derecho a compartir la vida de este planeta con nosotros.
Así es como el ser humano está desistiendo de ver la vida como lo que es: simple, presente y consciente. Para basarla en dependencias, expectativas y cobardía.
Una vida "normal"
04/10/2021
Muy pocas personas llegarán a sentir alguna vez en su vida la presión de volver a una vida "normal". En la que vives en una casa, tienes un trabajo estable y duradero, vas al bar los viernes y al cine los domingos.
Quizá sea porque muy pocos se arriesgan a dejar de llevar una vida "normal", lejos de lo social, las luces de la ciudad y ruidos que callan cualquier grito interno de ayuda en uno mismo. Quizá por eso todas las personas que uno se encuentra moviéndose constantemente con su coche o caravana por lugares remotos en busca de lo desconocido resulten desprender valentía.
Quizá por eso una se siente más humana y más viva bajo la presión de volver a llevar una vida "normal" que bajo la presión de llegar a tiempo a todo con el resto y a nada consigo misma.
730 días lejos de casa
26/09/2021
Hoy instragram me ha recordado que hace 2 años que dejé mi casa. Que hace 730 días que no beso ni abrazo el olor de ninguno de mis seres queridos. Y esto, para mí al menos,, es duro, triste y a veces muy confuso.
He empezado el día en un círculo vicioso de añoranza muy peligroso para toda persona viajera. Cuando estaba a punto de rendirme a tener uno de esos días en los que nada es suficiente y no entiendes por qué sigues tan lejos, dos leones marinos se han acercado al muelle abandonado en el que estaba sentada en un lugar totalmente aislado de la civilización para jugar conmigo. Será verdad que los animales perciben de una forma especial la tristeza de los humanos, como si despertara compasión en ellos, hasta en los más feroces y solitarios. Estos dos pequeños no paraban de buscarme con mucha curiosidad salpicándome y haciendo piruetas delante mía como si no fuesen a rendirse hasta ver una sonrisa en mi rostro. Esto es algo muy poco común de que suceda, sin lugar a dudas.
Y de esta forma me he recordado a mí misma por qué este dolor merece la pena. Porque cuando haces cosas fuera de lo común, te pasan cosas fuera de lo común. Y éstas son las que tienen un valor incalculable. Un verdadero tesoro que te llevas a la tumba.
Aquel lugar donde no existe el ego
30/06/2021
Allá donde no existe el límite entre el cielo y la tierra, donde lo único que separa países es el mar. Allá donde todo es uno. Allá donde no hay mujeres, ni hombres, ni trans, sino personas. Allá donde los móviles y aparatos tecnológicos son los que estorban y no las personas. Allá donde la curiosidad busca la historia personal del otro, no un rumor falso. Allá donde la distancia social jode más que los bares y discotecas cerrados. Porque un abrazo, cura más que el alcohol. Allá donde ver a una persona desnuda es natural, no invasivo o pretencioso. Allá donde no se juzga sin saber el por qué. Porque todo acto tiene una razón que le dio vida. Allá donde la gente es más agradecida que ambiciosa.
Y vaya por donde.... Ahí, justo en ese lugar, la gente es feliz.
Al revés del mundo.
31/12/2020
El otro día una amiga me preguntó qué diría sobre este año y si me arrepentía de haber decidido no volver a casa y quedarme a 17000 km de mis seres queridos con una pandemia mundial en la que hoy estamos y mañana no se sabe. Cuando le fui a responder me di cuenta de que había vivido tan rápido que ni siquiera me había parado a pensarlo y cuando lo hice simplemente no quería contárselo a nadie.
Este año ha sido tan surrealista, mágico, diferente, inesperado y cambiante; he tirado tanto a la basura y desenvuelto tantas cosas en mí y en mi alrededor... He visto literalmente el mundo parado mientras yo avanzaba a la velocidad del viento. Absolutamente todo lo que me viene a la mente es bonito, todo huele a nuevo. Y entonces entendí que probablemente, al contrario del 80% del mundo, para mí este año ha sido un respiro de aire fresco, lleno de buenas decisiones, maravillosas coincidencias, atrevimientos bien premiados, un sin fin de descubrimientos y los mejores momentos. Momentos que no he compartido con mis seres queridos, por miedo a que no sean bien recibidos ante la diferencia de circunstancias, y se han convertido en mi mejor secreto.
Si saco algo en claro de este año, es sin duda que la suerte se busca y se puede encontrar arriesgando un poco más de lo que tú misma crees que eres capaz. Pero, sobre todo, de lo que te dicen que puedes arriesgar.
Gracias a todas aquellas personas que conocí durante la pandemia y, en vez de mirarme con cara de locas por estar recorriéndome Australia con la Niksi mientras el mundo se caía a pedazos, se abrocharon el cinturón y me acompañaron.
Huye.
09/12/2020
Me parece curioso lo infravalorado que está el hecho de huir. Mientras que la palabra "huir" refleja escapar con miedo, cada vez que he "huido" de algo solo me ha hecho sentir que estaba tomando la mejor decisión de mi vida.
Hace unos días, tomé la misma decisión que cuando empezó la pandemia. Me volví a subir a un coche, sin un plan exacto, sin rumbo fijo, ni mucha ropa. Estaba huyendo de nuevo. Pero tan solo buena música, aire fresco, pelo enredado y atardecer tras el volante me es suficiente para sentir que estoy yendo en la dirección correcta. Y de nuevo me digo "acertamos, amiga."
Así que mi consejo, aunque no lo hayas pedido, es que huyas. Te subas a un coche, un avión o un triciclo y dejes atrás aquello que no encaja, que no avanza, que no aporta sino que oxida. Aquello que asusta, que te hace dudar. Porque huir no tiene por qué significar no volver. Huir puede salvarte. Te hace ver que aquel "peligro" solo era un reto al que ahora, bebiéndote una birra en una hamaca con la brisa del mar, le ves mil soluciones y aprendizajes.
Así que aunque te llamen cobarde, tú huye.
Gracias, Paula.
19/04/2020
Llevo tantas despedidas y bienvenidas que ya no recuerdo lo que sentí en muchas de ellas. He llamado "casa" a tantos lugares que me he llegado a olvidar incluso lo que apreciaba de la mía. He brindado por tantas cosas con tantas personas, que no recuerdo el sabor de un solo trago de esos brindis. Sumo tantos recuerdos a mi mente al mes, que al cabo del año me olvido de la gran mayoría de los anteriores. He probado tantas comidas y cervezas que ya no se cuál es mi favorita. Y he perdido tantas cosas, relaciones y personas por todo esto que una parte de mi siempre estará vacía.
Pero no me arrepiento. Se que estoy donde tengo que estar y yendo hacia donde estoy destinada a llegar. He conocido y conectado con tantísimas personas de todas partes del mundo, que me han hecho querer aun más a la humanidad y desarrollar mi humildad. Me conozco tantísimo que se cómo utilizar y hasta dónde pueden llegar cada uno de mis potenciales y debilidades. He echado tanto de menos que sabría soportar una pérdida sonriendo. He tenido que adaptarme a tantas situaciones sola que creo que podría integrarme entre chinos sin ni siquiera saber hablar su idioma. Pero lo más importante, es que me he felicitado y me he sentido orgullosa de mí misma tantas veces, al no haber nadie cerca para hacerlo, que a día de hoy soy mi mayor apoyo y consuelo.
Gracias a todo esto puedo decir que a mis 23 años tengo clarísimo hacia dónde voy sin importarme quién me acompañe y quién no. Porque yo vivo por mí.
Gracias Paula, por no parar quieta en esta vida y hacerme la persona que soy ahora.